Todo lo que esperaba y mucho más

Después de tres dias bajo un intenso sol y una agobiante humedad en Philadelphia el viernes por la noche llegué de vuelta a Chicago. Pero las mil y una gotas de sudor dejadas atrás en la ciudad del "amor fraternal" no fueron más que un sacrificio hecho agusto. Philadelphia resulto ser todo lo que esperaba y más. Antes de ir, había leido algunos comentarios desalentadores sobre el estado de la ciudad, lo sucia que era y lo peligrosa que podía ser. Pero lo cierto es que Philadelphia ha resultado ser un una ciudad acogedora con estrechas calles y lugares carismáticos.


Ya hace tiempo que deje atrás el visitar los lugares típicamente turísticos de las ciudades a las que viajo y en su lugar me concentro en ir a los lugares que tienen interés para mi o simplemente me dejo llevar y exploro. Este ha sido uno de esos viajes y entre las visitas obligadas al Museo de Arte, al Fiber Workshop and Museum y a la Eastern Sate Penitenciary, encontré tiempo para descubrir un mercado, librerias de segunda mano, un restaurante griego y un refugio para gatos.